La "Cuestión Judía" (la emancipación legal de los judíos en Europa iniciada a finales del XVIII, principios del XIX) comenzó a discutirse en Alemania a principios delXIX y sólo se resolvió políticamente (plena ciudadanía judía) con la creación del llamado II Reich alemán en 1871. También fue en esa década de 1870 cuando se acuñó el término "antisemitismo", que era un odio o prejuicio de tipo esencialmente racial contra los judíos, que se diferenció del anti-judaísmo secular de corte esencialmente religioso.En agosto de 1914, cuando Europa entraba en guerra, el antisemitismo no estaba en absoluto en la agenda política alemana y los alemanes judíos gozaban razonablemente de los derechos de su ciudadanía como cualquier otro alemán. Los movimientos, asociaciones y publicaciones antisemitas que surgieron a partir de la década de 1870 nunca consiguieron asentarse en la sociedad alemana en general, ni tampoco vieron admitidas sus demandas en la agenda política de los gobiernos y del parlamento.Sin embargo, cuando comenzaron a desvanecerse las esperanzas en la victoria de la guerra en el campo alemán, también comenzó la búsqueda de un chivo expiatorio al que cargar los infortunios de la guerra, y no había que escarbar mucho para que aflorara el anti-judaísmo histórico y comenzara a germinar la semilla del antisemitismo plantada a finales del siglo anterior.Las acusaciones de políticos antisemitas contra la falta de compromiso de la ciudadanía judía en la guerra, o incluso sus esfuerzos para dificultar la victoria, comenzaron a cobrar tal fuerza que en 1916 el ministro de Guerra prusiano se vio obligado a realizar un "censo judío" para verificar si dichas acusaciones tenían algún fundamento. Estos anti-judaísmo y antisemitismo renacidos durante la guerra culminaron con la infame acusación del liderazgo militar alemán de culpar a los judíos de la derrota alemana en la guerra, después de que Ludendorff urgiera al gobierno alemán a solicitar el armisticio de noviembre de 1918. Así se forjó la leyenda de la "puñalada por la espalda", cuya explotación propagandística tantos dividendos produciría a los políticos conservadores, nacionalistas y ultranacionalistas durante los años siguientes en sus continuados esfuerzos por eliminar la República de Weimar. El antisemitsmo que resurgió con la derrota alemana en la guerra se diferenció fundamentalmente del antisemitismo surgido en la época imperial en su relación con el régimen político. Bajo el II Reich los grupos antisemitas jamás cuestionaron su lealtad a la monarquía o a las instituciones monárquicas; bajo Weimar esa antigua lealtad se había vuelto una hostilidad total hacia la república de tal forma que los ataques antisemitas estaban íntimamente vinculados con los ataques contra la república.El antisemitismo que se vivió durante el periodo de la República de Weimar no fue exclusivo del Partido Nacionalsocialista.La organización que se puede considerar como la madre de muchas actividades antisemitas radicales bajo la República de Weimar fue la Deutschvölkischer Schutz- und Trutzbund (DSuT en adelante), que se caracterizó por sus campañas para conseguir que se privara a los alemanes judíos de su ciudadanía. Esta liga contaba en 1922 con más de 150.000 miembros y estaba dirigiendo su campaña antisemita para la captación de trabajadores de los partidos socialistas.
Del trabajo de esa liga se benefició el NSDAP, cuyo programa de 1920 contemplaba la eliminación de la ciudadanía plena que disfrutaban los alemanes judíos desde 1871. También se apuntó a la agitación antisemita el Partido Popular Nacional Alemán (DNVP) que se había formado tras el final de la guerra como sucesor del Partido Conservador de la época imperial, y que ahora dirigió su campaña antisemita especialmente contra los judíos inmigrantes procedentes de la Europa oriental, aunque no se sumaron a la petición de la privación de ciudadanía hasta que su facción radical se separó más tarde del mismo creando el Partido de Libertad Völkisch Alemán (DVFP), que se hizo fuerte en el norte de Alemania y buscó objetivos similares a los del NSDAP. Y había mucho más grupos antisemitas por esas fechas; en 1921 el Anuario Völkisch Alemán citaba casi setenta de estos grupos con los adjetivos "nacional[ista] alemán", que daban una clara indicación de su posición antisemita.
Entre estas organizaciones destacaba la Jungdeutscher Order, con unos 200.000 miembros a principios de la década de los veinte. Esta organización, que por supuesto estaba cerrada a los judíos, rechazaba el uso de la violencia antisemita, pero deseaba claramente la exclusión de los judíos de la ciudadanía alemana.
Cofundadora de la DSuT había sido la Deutschbund, formada en 1894, y que en 1930 se uniría al NSDAP. En igual vena antisemita se desarrolló la Alldeutscher Verband (AdV), que llegó a tener unos 50.000 miembros en 1922, y en 1924 excluyó a los judíos de su membresía. De carácter similar fueron la Liga Tannenberg, fundada en 1925 por Ludendorff, y la Liga Viking, fundada dos años antes por Hermann Ehrhardt, con unos 30.000/40.000 y 10.000 miembros, respectivamente.
Las actividades de estos grupos antisemitas fueron contrarrestadas -sobre todo a razís del asesinato del ministro de Exteriores, Rathenau, en junio de 1922 y del putsch de Hitler de noviembre de 1923- por la acción de los gobiernos, que llevó a la disolución de la DSuT y del NSDAP, respectivamente.Los estudiantes jugaron un papel principal en la divulgación de ideas antisemitas radicales en la sociedad alemana. A principios de los veinte, casi todas las organizaciones de estudiantes habían vetado la entrada a estudiantes judíos.En el amibito religioso,las posiciones antisemitas radicales también se extendieron entra las dos confesiones cristianas, reforzadas por el ya existente anti-judaísmo secular de base religiosa. Dentro de la Iglesia Protestante surgió un grupo a principios de los veinte conocido como "Cristianos Alemanes" que rechazaba las raíces judías del cristianismo e intentaba reconciliar la teología cristiana con la mitología germana.El catolicismo alemán después de la Primera Guerra Mundial vino a aceptar cada vez con más fuerza la visión del pueblo (Volk) y la nación como componentes del orden divino de la creación. Aunque se distanció de la base racial o material que para el nacionalismo völkisch radical tenían esos componentes, el catolicismo alemán reconoció los "hechos" biológicos, con lo que el concepto católico de la nación se acercó a los conceptos raciales usados en el campo völkisch. De esta forma, el anti-judaísmo católico secular no tuvo reparos en aceptar la demanda antisemita para eliminar a los judíos de la ciudadanía alemana. También en la esfera intelectual cobró fuerza a principios de los treinta la posición de los intelectuales de derechas reclamando la abolición de la ciudadanía alemana para los judíos, destacando entre ellos Wilhelm Stapel, Albrecht Günther y Ernst Jünger. Con la llegada de Hitler a la Cancillería del Reich en 1933, el antisemitismo radical previo se convirtió en política oficial del gobierno y se puso en marcha el proceso administrativo y legal de la eliminación de la ciudadanía alemana de los judíos. El que estas medidas pudieran llevarse a cabo en los primeros años del Tercer Reich no se puede atribuir exclusivamente al NSDAP; no se podría haber excluido a los judíos de sus derechos de ciudadanía si previamente este objetivo no se hubiera convertido en una noción popular cada vez mayor en el entorno socio-cultural de los conservadores desde la década de 1920, futuros socios del NSDAP en el gobierno de Hitler en el poder.Los datos específicos publicados son extractos de Peter Longerich,de su libro "Holocaust. The Nazi Persecution and Murder of the Jews".
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