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miércoles, 16 de octubre de 2013

El Bombardeo de Dresde

El bombardeo de Dresde representa el paradigma de la destrucción y devastación  durante la Segunda Guerra Mundial,y un testimonio vergonzoso de las tácticas utilizadas por los Aliados.También es el ejemplo mas popular de que no solo las Nazis cometieron atrocidades con la población civil.
Las cifras en cuanto a victimas es tema de acalorados debates entre los  historiadores,y las mismas varían según las ideologías del historiador de turno.

El Contexto y la política del Bombardeo Estratégico: 

La primacía del bombardero estratégico había sido una piedra angular de ingleses estadounidenses durante el período de entre-guerra. Después de Dunkerke, y durante los tres años siguientes, llegó a ser el único método posible por cuál Gran Bretaña podría golpear a Alemania. Churchill prometió en 1940 que habría una ‘ofensiva aérea continua e implacable'
La política estratégica de bombardeo se discutió en la Conferencia de Casablanca en 1943. Pero no era el principal asunto en el orden del día (el principal tema un área estratégica clave para la discusión era la confirmación de ‘Alemania primero' y la discusión entre lanzar una ofensiva temprana en Europa Septentrional contra la política Mediterránea).La directiva resultante decía: “El objetivo primario será la destrucción y la dislocación progresivas del ejército alemán, la industria y la economía, y socavar la moral de los alemanes a un punto donde su capacidad para la resistencia se fatalmente débil.“
Los Aliados occidentales y los soviéticos habían aceptado en 1943 que la ofensiva estratégica de bombardero continuaría representando un papel clave en operaciones contra Alemania. Cuando,en la Conferencia Octagon en septiembre de 1944, los ingleses consideraron que quizás llegara a ser 'deseable en el futuro inmediato aplicar el esfuerzo estratégico entero de bombardero al ataque directo de la moral alemana' y que se podrían emprender ataques de este estilo para apoyar al Ejercito Rojo. Estas discusiones culminaron en la formulación de un plan llamado Thunderclap.Se preveía un ataque masivo en Berlín para cuando el Ejército alemán estuviera derrotado. La fuerza estratégica del bombardero entonces daría el golpe de gracia que terminaría con toda resistencia.El Primer Ministro británico no quedó satisfecho con este énfasis. Su respuesta es digna de citarse completa:

‘No le pregunto acerca de planes para hostigar la retirada alemana de Breslau. Al contrario, le pregunté si Berlín y sin duda otras grandes ciudades Alemania Oriental, no deberían ser consideradas como objetivos especialmente atractivos. Estoy contento que esté 'bajo examen'. Tráigame el informe mañana sobre lo que se hará. '

Sin más, se ordenó al Mando de Bombarderos llevar a cabo estos ataques. Sinclair confirmó esto a Churchill el 27 de enero. Después de una serie de reuniones en las que participaron Portal, Bottomley, Tedder y Spaatz se acordó que los centros petroleros serían el número 1 para las fuerzas estratégicas de bombardero. Esto sería seguido en el orden de prioridades por los ataques a Berlín, Dresde y Leipzig; la destrucción de comunicaciones de los respectivos frente; y finalmente las fábricas de Me 262.En Londres se confirmaron estas prioridades con la adición de un esfuerzo más sostenido contra las fábricas de tanques.

La historia ahora se mueve a Yalta donde el debate sobre quien dijo que a quien llega a ser complejo. La propaganda rusa de la Guerra Fría ha acentuado que la delegación rusa en Crimea no tuvo responsabilidad en el bombardeo de Dresde. Esto no es cierto. Los Aliados eran inequívocos en su inclusión de Dresde en la lista de objetivos, en el especial por su importancia en la vía férrea Berlín-Leipzig . El Jefe ruso del Estado Mayor, General Antonov, les envió un memorándum a los Aliados que solicitaba ataques aéreos contra las comunicaciones.Comentar que en esta etapa el papel de Harris no había sido no más que como receptor de instrucciones de muy alto nivel.
Los raids: 
Dresde tuvo a una población de preguerra de acerca de 600.000 habitantes. En 1944, esta se había incrementada por los refugiados, los prisioneros de guerra y se fiaban en exceso de la reputación de la ciudad de estar exenta de ataques aéreos. Pese a ser la séptima ciudad más grande de Alemania, había escapado hasta el 7 octubre 1944 sin ataques. Los aliados consideran que la ciudad y sus alrededores tenían numerosos objetivos militares e industriales;una fábrica óptica, una de vidrio, dos plantas que producían componentes del radar, una fábrica de gas venenoso y un arsenal. Dresde había llegado a ser un punto clave en el sistema de comunicaciones alemán. Dresde era verdaderamente un punto clave en las comunicaciones de la región para refugiados y el ejército. Era el eje que conectaba las dos líneas mayores entre Berlín y Leipzig y era, por consiguiente, un área de concentración de tropas. La Octava Fuerza Aérea de la USAAF bombardeo por vez primera Dresde el 7 de octubre 1944 con 30 salidas efectivas contra las áreas industriales. Este ataque se siguió con un ataque el 16 enero 1945 (133 salidas efectivas). 

A principios de 1945, las defensas alemanas de cazas nocturnos eran casi inútiles. Las tripulaciones y la gasolina estaban agotadas. Aunque el área de la patria a defender se había encogido considerablemente bajo el empuje Aliado, la escala de ataques aéreos aumentaba constantemente. El impacto de la ofensiva combinada de bombardero con su escolta de cazas de largo alcance había causados graves bajas en la Luftwaffe. Además, la demanda para la artillería pesada era inmensa; se ha estimado que más 20.000 piezas de artillería fueron desplegadas para proteger toda Alemania. Dresde estaba relativamente baja en la lista de las prioridades, de ahí que la ausencia de ataques solo contribuyera al desastre final. 

Harris planeó su ataque del siguiente modo; Eligió utilizar un golpe doble. La primera oleada convencería a la Luftwaffe de que era el raid principal y sus cazas regresarían para combustible. Entonces el segundo y mayor raid tendrían el acceso libre al objetivo. El espacio entre las oleadas era de tres horas. Durante este tiempo los servicios de defensas y rescate inundarían Dresde, y estarían trabajando todavía cuando el raid principal llegara.800 aviones fueron lanzados con efectos devastadores. Estos fueron seguidos al día siguiente por la USAAF con 200 salidas. Áreas considerables de la ciudad fueron devastadas por la tormenta de fuego resultante, como la fuerza de un huracán. La mayoría de los edificios públicos junto con todo el Centro Antiguo fue arrasado. Las fabricas de armamentos fueron reducidas a acerca de 20% de su capacidad normal. Se estimaron los muertos en 25.000 y el mismo número de heridos. Las estimaciones más pesimisitas son diez veces estas cifras. 
Con la confianza en que Dresde nunca seria bombardeada por los aliados por carecer de valor militar, puesto que poseía poca producción armamentística y su función en el Reich era básicamente administrativa, Por aquel entonces vivía en la ciudad 1.500.000 personas (contando refugiados que huían del este por el avance ruso, heridos y deportados). Esto convertía a Dresde en una ciudad sumamente poblada. Muchos de sus habitantes dormían en las mismísimas aceras, sin un techo pero con la tranquilidad de que las bombas jamas les caería del cielo. Para su desgracia, su tranquilidad pronto se vería truncada. 

A las 22:09 del 13 las emisoras de radio y las sirenas dan la alarma de bombardeo, la gente corre apresurada a refugiarse en los sótanos, búnkers, escuelas y hospitales buscando refugio mientras un escuadrón de mosquitos se divisa en el cielo y tras ellos 245 bombarderos Lancaster los cuales dejan caer sobre la ciudad 1.200 toneladas de bombas.Eran las 22:15 cuando comenzó la masacre. La gente comenzaba a salir de sus refugios, unos para dar crédito a lo sucedido y otros para ayudar a los bomberos a sofocar los numerosos incendios, cuando a la 01:30 una segunda oleada compuesta por 550 aparatos (Lancaster, Liberator y B-17) arroja sus 1.182 toneladas de bombas, entre las cuales habia bombas incendiarias, provocando la mayor tormenta de fuego que el hombre ha conocido y reduciendo la ciudad a ruinas y cenizas. Los que morían en el acto eran afortunados, puesto que los que lo hacían ardiendo se retorcían hasta quedar consumidos.Muchos se tiraban al río para sofocar las llamas desconociendo que ni el agua es capaz de sofocar el material adherido a su cuerpo. Se sabe que durante la tormenta de fuego desatada se alcanzaron desde los 600 a 900 grados, convirtiendo los búnkers y sótanos en verdaderos hornos. El resplandor de la ciudad consumida por el fuego se divisaba a 150 km. de distancia.

Aun con la ciudad completamente devastada, sin comunicación,ni luz ni agua, y un olor a humo y carne quemada, a las 12:12 p.m. del día 14 hacían aparición en el cielo otros 1000 aparatos (Fortalezas Volantes, Liberator y p-51) y arrojaban 1.418 toneladas de bombas. Tras varias semanas ardiendo el balance es estremecedor; 3.730 toneladas de bombas son arrojadas causando mas de 250.000 muertos, de 35.000 viviendas habitables solo quedan en pie 7.000, mas de 18 km cuadrados completamente calcinados.Algunas zonas estuvieron ardiendo mas de una semana, en algunos búnkers, cuando entraron, no había mas que un manto de cenizas y charcos de metal fundido de seres humanos y en otros una pasta viscosa de sangre y carne debido al extremo calor. 
¿Por qué tal matanza en la cúspide de la derrota de Alemania? La Inspección estratégica del Bombardeo de EEUU concluyó que ese bombardeo hizo poco para erosionar la moral civil o estorbar la producción y el esfuerzo de guerra del III Reich.Otros dicen era la cólera vengativa sobre Hitler por el bombardeo de Londres y otras ciudades inglesas.El historiador inglés Paul Johnson ha llamado al bombardeo "el mayor desastre moral Anglo-Americano de la guerra contra Alemania". 


Partes de cuerpos, prendas de vestir, ramas de árbol, cantidades inmensas de cenizas y de escombros variados de la tormenta de fuego cayeron por días en el campo circundante llegando hasta a unas distancia de dieciocho millas. Después que el ataque finalizara, los equipos de rescate no encontraron nada salvo restos licuados. Eso era lo que daba de los habitantes en los refugios, donde hasta los útiles de cocina de metal se habían fundido del calor intenso. Al día siguiente, miércoles de Ceniza y el Día de los enamorados, médicos y otro personal de emergencia de Alemania había convergido en Dresde. Pocos de ellos sospechaban que una tercera ola de bombarderos estaba en camino. Este ataque se había coordinado con cuidado con los ataques previos. Cuatrocientas cincuenta Fortalezas Volantes y un contingente de apoyo de cazas destinadas a terminar el trabajo a mediodía. 
Aquí está el testimonio de una niña llamada Lothar, de 9 años de edad:

Era febrero. 13, 1945. Vivía con mi madre y hermanas (13 años y dos gemelos de 5 meses) en Dresde y esperaba celebrar mis 10º cumpleaños el 16 de febrero. Mi padre, un carpintero, había sido soldado desde 1939 y tuvimos su última carta en agosto de 1944. Mi madre estaba muy triste tras recibir cartas devueltas con la nota: "no fue encontrado." Vivimos en una casa de 3 habitaciones en el 4º piso de un barrio obrero. La guerra en el este se aproximaba cada vez más. Muchos soldados fueron al este y muchos refugiados fueron al oeste por nuestro pueblo o permanecieron allí, también en la noche del ataque aéreo. Acerca de las 9:30 P.M. sonó la alarma. Nosotros los niños conocíamos el sonido y nos levantamos y vestimos rápidamente, para correr a nuestro sótano que utilizábamos como refugio contra los ataques aéreos. Mi hermana mayor y yo llevábamos a nuestros hermanos gemelos, mi madre llevó una maleta pequeña y las botellas de leche para los bebés. En la radio oímos con gran horror las noticias: "Atención, ataque aéreo!" Estas noticias yo nunca las olvidaré. 
Algunos minutos después nosotros oímos un ruido horrible (los bombarderos). Había explosiones sin cesar. Nuestro sótano se fue llenado de fuego y humo y  las luces se apagaron y personas heridas gritaban espantosamente. Aterrorizados luchamos por salir del sótano. Mi madre y mi hermana mayor llevaron la cesta con los gemelos. Con una mano yo agarré a mi hermana pequeña y con la otra agarré el abrigo de mi madre. Nosotros no reconocimos nuestra calle. El fuego, por donde quiera miramos solo había fuego. Nuestro piso ya no existía. Los restos de nuestra casa se quemaban. En las calles ardían vehículos y carritos con refugiados, personas, caballos, todos chillando y gritando por miedo a la muerte. Vi a mujeres heridas, niños heridos, ancianos también heridos, que buscaban todos una camino entre las ruinas y las llamas. Huimos a otro sótano atestado con mujeres, hombres y niños heridos y aterrados que gritan, lloran y oran. Ninguna luz salvo algunas antorchas eléctricas. Y entonces de repente la segunda oleada llegó. Este refugio fue alcanzado también, y así que huimos del sótano.
Vimos cosas terribles: adultos incinerados y encogidos al tamaño de niños pequeños, pedazos de brazos y piernas, personas muertas, familias enteras quemadas hasta la muerte, personas ardiendo corriendo de aquí para allá,  rescatadores y soldados muertos. Gente llamando y buscando a sus niños y familias, y el fuego por todas partes, y todo el tiempo el viento caliente de la tormenta de fuego arrastrando personas al fuego mientras intentaban escapar de el. Yo no puedo olvidarme estos terribles detalles. Nunca podré olvidarlos.En todo esta tragedia yo me había olvidado completamente de mi décimo cumpleaños. Pero al día siguiente mi madre me sorprendió con una salchicha que ella mendigó de la "Cruz roja". Ese fue mi regalo de cumpleaños. En los próximos días y semanas nosotros buscamos a mi hermana mayor en balde. Escribimos nuestra dirección actual en una pared de nuestra dañada casa anterior. A mediados de marzo fuimos evacuados a una aldea pequeña cerca de Oschatz y el 31de marzo, nosotros tuvimos una carta de mi hermana. ¡Estaba viva! En esa noche desastrosa que ella nos perdió y con otros niños perdidos fue llevada a una aldea cercana. Luego encontró nuestra dirección en la pared de nuestra casa y a principios de abril mi madre la trajo a nuestro hogar de nuevo.
Lothar Metzger 
Berlin, Mayo de 1999.                                                                                                                                                       
En 2005, el Ayuntamiento de Dresde decidió, con motivo del 800º aniversario de la ciudad, encargar al catedrático de Historia Rolf-Dieter Müller encabezar una comisión independiente de historiadores para determinar de manera fiable el número de fallecidos del bombardeo. La comisión trabajó con los documentos conocidos hasta la fecha, nuevos datos procedentes de actas hasta el momento desconocidas de los archivos municipales, descubrimientos arqueológicos y testimonios de testigos del bombardeo.La comisión determinó que, según las pruebas existentes, se podía afirmar que el número de víctimas mortales del bombardeo fue de un mínimo de 18.000 y un máximo de 25.000 personas.El hallazgo de nuevos documentos en 2010 elevó el número mínimo de víctimas a 22.700.En la actualidad, la extrema derecha y los revisionistas de la Historia difunden rumores y exageran las cifras de víctimas para intentar fundamentar su consigna del «Holocausto del bombardeo» (Bombenholocaust), según la cual el bombardeo de Dresde fue una masacre perpetrada sobre una «ciudad blanca», comparable con Hiroshima y Nagasaki o el Holocausto; lo único que lo diferenciaría de estos es que ha sido olvidado por la «historiografía de los vencedores» (postura contradictoria a la vista del abundante trabajo académico existente sobre el tema).
Fuentes consultadas 

Martin Middlebrook and Chris Everitt, The Bomber Command War Diaries: An Operational Reference Book 1939-1945, Midland Counties Publications, Leicester, 1996, 
David Irving, The Destruction of Dresden, Kimber, 1963. 
Roger Boyes, 'Dresden Strafing Myth is Shot Down', The Times, April 19 2000. 
The Devil's Tinderbox. Dresden 1945, London, Souvenir Press. 1982, 
Sir Arthur Harris, Bomber Offensive, London, Greenhill Books. 

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