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lunes, 14 de octubre de 2013

¿Los Balcanes demoran la Operación Barbarroja?

Existe la creencia entre una parte considerable de los aficionados a la IIGM de que el comienzo de la Operación Barbarroja se vio retrasado durante cuatro o seis semanas por culpa de las campañas de los Balcanes,
y que ese retraso, a la postre, fue fatal para que el Ostheer concluyera con éxito su campaña en la Unión Soviética antes de la llegada del invierno ruso. Esta creencia no tiene fundamento real, pues la demora del comienzo de Barbarroja tuvo unos motivos ajenos a las campañas de los Balcanes. En otras palabras, si no hubiera habido campañas de los Balcanes, Barbarroja no podría haberse iniciado antes del 22 de junio de 1941, día más, día menos.En primer lugar conviene detenernos un momento en la Directriz No. 21 de 18 de diciembre de 1940, con la que oficialmente Hitler ordena la preparación para el ataque contra la Unión Soviética. En esa directriz, Hitler anunció que, a su debido tiempo, cursaría órdenes para la concentración estratégica contra la Rusia soviética al menos ocho semanas antes de la fecha programada para el inicio de la invasión. Y acto seguido ordena que cualquier preparación que requiera más tiempo y que todavía no esté en marcha, deberá ser iniciada inmediatamente y concluida antes del 15 de mayo de 1941. Por tanto, lo primero que debemos tener en cuenta es que Hitler no fechó el inicio de Barbarroja en su Directiva 21 de 18-12-1940, sino el final de los preparativos para la invasión, y lo fechó para antes del 15 de mayo de 1941. Hitler señaló el 30 de abril de 1941 la fecha definitiva para el comienzo de la invasión: 22 de junio de 1941.

Ya el 27 de marzo, Hitler estimó que la campaña contra Yugoslavia retrasaría la invasión unas cuatro semanas. Esta estimación estaba basada en la diversión de fuerzas...”. Se dice que esas unidades tenían que ser reemplazadas por otras cuya partida se demoró porque no estaban listas para su compromiso. Sin embargo, se observa que de todas las unidades que fueron desviadas para la campaña yugoslava, “todas excepto tres divisiones de infantería fueron reemplazadas por reservas del OKH en el momento en que la Operación BARBARROJA estaba en marcha”. Luego se señala que otro factor considerado al calcular la demora fue que todas esas unidades, especialmente las blindadas y motorizadas, debían reacondicionarse después de las campañas de los Balcanes, y se estimó que ese proceso llevaría unas tres semanas. Así, los planes para la invasión de la URSS se modificaron de acuerdo con esas estimaciones. El 7 de abril de 1941, Brauchistch fijó la fecha para el comienzo de Barbarroja el 22 de junio y Hitler la confirmó el 30 de abril, como ya he dicho. Sin embargo, explica a continuación el estudio, “Realmente, sólo parte de la demora fue causada por las campañas de los Balcanes. La Operación BARBARROJA no tenía posibilidad de comenzar el 15 de mayo porque la primavera llegó tarde en 1941. Todavía a principios de junio los valles de los ríos polaco-rusos estaban inundados y parcialmente intransitables como resultado de las lluvias excepcionalmente fuertes”.

Así pues, en estos ejemplos en que nos hemos detenido, podemos ver (al margen de lo dicho al respecto por Hitler en 1945) los orígenes de este mito en torno a la demora de Barbarroja, a pesar de que no dejan lugar a la duda el hecho de que Barbarroja, por cuestión meteorológica, no podía comenzar como mínimo hasta junio. Sin embargo, no fue el clima el único motivo real de esta demora, sino también los problemas logísticos.Las verdaderas causas del retraso de Barbarroja están dentro de los siguientes dos factores:

1) Meteorología.- Tanto el invierno de 1940-41 como la primavera de 1941 fueron especialmente severos, de tal modo que el deshielo del invierno y las lluvias de la primavera se combinaron para mantener las crecidas de los ríos y las inundaciones de sus valles, haciendo en las áreas afectadas
impracticable todo movimiento militar de envergadura. Así, el Panzergruppe 2 de Guderian, la mayor formación blindada del Ostheer, hacía frente a esas condiciones a través del río Bug y sus afluentes; la otra gran formación blindada del GEC, el Panzergruppe 3 de Hoth, lo mismo ante el río Nieman.
Pero además del ejército, también afectaron esas circunstancias meteorológicas a la Luftwaffe. Horst Boog afirma que el inicio de la campaña de Barbarroja apenas se vio demorado por la campaña de los Balcanes, sino por problemas logísticos no relacionados con esta última, y por el adverso tiempo en los territorios orientales esa primavera. La nieve se fundió muy tarde, con los resultados de que las condiciones del terreno embarrado, que afectaron aeródromos y rutas de suministros, persistieron hasta finales de mayo. Esto demoró el trabajo en las carreteras, caminos, aeródromos e instalaciones de comunicaciones, y por ello no estaban preparadas las bases que tenían que recibir a las formaciones de la Luftwaffe.

Recapitulando, en el mejor de los casos, teniendo en cuenta las condiciones meteorológicas, Barbarroja sólo podría haber comenzado a principios de junio de 1941. Pero veremoa a continuación cómo los problemas logísticos ni siquiera permitían esas fechas.

2) Logística.- El despliegue de las tropas y suministros para Barbarroja fue planificado por los especialistas del Reichsbahn a comienzos de octubre de 1940, quienes tuvieron un montón de problemas nada más empezar. Aparte de problemas de organización y distribución de materias primas, el tiempo frío y la nieve retrasaron los preparativos de la ejecución del despliegue. Había además problemas derivados de escasez de mano de obra. A finales de marzo de 1941, el Grupo L del Reichsbahn informó que el Programa Otto (nombre en clave de la planificación de los preparativos para el despliegue de las formaciones de combate) estaría completo el 15 de abril, pero sólo provisionalmente; sólo estaría terminado el 15 de junio de 1941. El despliegue se llevó a cabo en varias fases; la primera fase se completó entre el 25 de febrero y el 14 de marzo de 1941, con el intercambio de divisiones entre el este y el oeste, con trece divisiones saliendo y ocho entrando en el este. Además, se utilizaron más de 1.000 trenes para suministros, Luftwaffe, batallones de ingenireros y suministro de tropas de línea. La segunda fase comenzó el 20 de marzo de 1941 y la tercera el 8 de abril, completándose el 8 de mayo. Aquí fue donde se produjo el devío de algunas unidades para las campañas de los Balcanes. Durante esta tercera fase se llevaron diecisiete divisiones a sus áreas de reunión en el este. La primera parte de la cuarta fase comenzó el 25 de mayo, con el envío de nueve divisiones y unidades de apoyo. La segunda parte comenzó el 3 de junio y se completó el 23 de ese mes con el envío de doce divisiones panzer y doce motorizadas, incluyendo las que se habían utilizado en los Balcanes. Y el 21 de junio, un día antes de la invasión, comenzó la última fase con el envío de veinticuatro divisiones (Véase Alfred C. Mierzejewski, The Most Valuable Asset of the Reich. A History of the German National Railway. Volume 2, 1933-1945.The University of North Carolina Press, 2000, pp. 93-96).

La ejecución del Programa Otto demuestra claramente que la concentración estratégica en el este para la invasión de la URSS no estuvo completa hasta después del 22 de junio de 1941, y en todo caso el traslado de las divisiones móviles (blindadas y motorizadas) no estuvo completo en su totalidad hasta el 23 de junio de 1941.

Recapitulando, la demora del inicio de Barbarroja no vino motivada por las campañas de los Balcanes, sino por los problemas logísticos y la meteorología. Esta es la cuestión y la realidad que debe servir, de una vez por todas, para desmontar el mito que achaca esa demora a las operaciones de los Balcanes. Naturalmente, las campañas de los Balcanes y la invasión de Creta tuvieron cierta repercusión en el inicio de la Operación Barbarroja, principalmente en el Grupo de Ejércitos Sur, pero estas repercusiones (desgaste de equipo y, por consiguiente, menos vida útil) fueron irrelevantes para el resultado final de Barbarroja.

Finalmente, este mito de la demora de Barbarroja por las campañas de los Balcanes y su supuesta fatídica influencia en el resultado final fue iniciado por Hitler cuando se lamentaba (de tantas cosas) en sus últimos días de la guerra en el búnker de la Cancillería del Reich. A toro pasado, se recreaba lamentando que las cuatro o seis semanas producto de esa demora le habrían permitido, de no existir tal demora, la captura de Moscú antes de la llegada del invierno y con ello la victoria en la URSS. Esto era una auténtica mistificación de la realidad, pero además ni Hitler ni ninguno de sus generales expresaron, durante las camapañas de los Balcanes, preocupación alguna por esa demora, pues estaban convencidos, tal como así lo manifestaron en esas fechas, que derrotarían a la URSS en unas cuantas semanas, en dos o tres meses a lo sumo. Luego, como eso no se cumplió, y después del fracaso estratégico final de Barbarroja, comenzó la búsqueda de chivos expiatorios y excusas para explicar la derrota en la URSS y en la guerra; entre ellas, se echó mano de esa fábula iniciada por Hitler.

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